Sweet Book XV! en Bariloche

07.11.2022

De a poco todo empieza a “normalizarse”, de a poco muchos volvemos a retomar nuestras pasiones, esos trabajos que amamos hacer con el alma y el corazón, por eso hoy quiero contarte como fue llegar a Bariloche con mis Sweet Books XV!

El inicio de un sueño cumplido

Todo tiene un inicio y este se dio varios años atrás, cuando en un book de quince, trabaje junto a Jesi. Jesi fue la maquilladora y peinadora del book de Valentina, fue entonces cuando me dijo que para el cumple de su nena quería que yo fuera la fotógrafa de sus 15.

Los años pasaron, de por medio una pandemia, aislamiento social, cuarentena, eventos prohibidos, baja laboral, muchísima desesperación, angustia e incertidumbre. Finalmente llego el 2021 cuando Jesi me volvió a contactar para cumplir esa promesa: su nena cumplía 15 y quería que yo fuera su fotógrafa.

Así inicio esta travesía que nos llevó a nada más ni nada menos que a Bariloche. 



SOBRE MÍ

HOLA!

Soy Thríz, la cara detrás de la cámara. Aquí te compartiré muchos tips de fotografía, tutoriales y también te contare como son mis sesiones!

¡Bienvenid@!

La organización y preproducción

Organizar una sesión de fotos no suele ser una tarea fácil, pero organizar una sesión + un viaje puede ser aún más difícil.  Empezamos a buscar precios de vuelos, alojamiento y también locaciones para la sesión, todo a distancia y rogando que las imágenes de las locaciones no hayan cambiado mucho desde esas fotos hasta el momento en el que viajáramos.

De pronto estaba suscripta a todas las novedades sobre vuelos y alojamientos en Bariloche. Y todo esto, aún sin tener la fecha definida, solo tenía una fecha estimada. Cabe aclarar que solo estuve medio día en Bariloche en unas vacaciones, y no había tenido oportunidad de volver a ir.

Armar el itinerario de sesión sin conocer las locaciones y distancias entre sí fue un reto, más teniendo en cuenta que las imágenes que podía encontrar en internet no tenía una fecha precisa y no sabía con qué condiciones reales nos podíamos encontrar. 

Una vez teniendo en cuenta cuáles serían las posibles locaciones que usaríamos, seleccionamos un alojamiento que nos quedara de paso, para no tener muchas demoras a la hora de movernos.

A la vez empezamos a armar el estilo de sesión para Cami, ella soñaba con un book romántico, y para lograr esa estética junto a los paisajes del sur contamos con la mano maestra de Soni, mi colaboradora en todos los book, ella se ocupó del asesoramiento de imagen y diseño los looks para la gran sesión.

Cuando nos dimos cuenta ya había empezado el 2022 y cada vez faltaba menos para el gran viaje. Conseguimos los pasajes un par de semanas antes, el alojamiento ya estaba reservado y los equipos listos. Faltaba nada para la gran aventura.

Un book soñado, un sueño cumplido.

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El viaje, la sesión y el sueño cumplido

Los días previos fueron de organizar y reorganizar, armar listas y asegurarnos no olvidarnos de nada, preparar equipos, cargar baterías, envolver todo bien para que llegara todo impecable, pesar maletas y asegurarnos no pasarnos del peso. 

Viaje solo con 2 mudas de ropa abrigada y todos los equipos que usaría en la sesión, Teniendo en cuanta las distancias ya sabia que serian varios días de sesión, el primer día estaba pensado para recorrer y conocer las locaciones, contaríamos con un excelente guía que nos esperaba en Bariloche: los tíos de Cami, que viviendo en la zona se conocían todos los lugares para visitar. El segundo y tercer día ya serían para la sesión, el cuarto sería de descanso antes de viajar de regreso.

Para abaratar costos, mi pareja utilizo sus últimos días de vacaciones para acompañarme. Preparamos las maletas y mis equipos, a las 12 de la noche ya estábamos viajando al aeroparque, nuestro vuelo salía a las 3 de la mañana, la idea era llegar temprano para poder conocer las locaciones. Al llegar al aeroparque debí despachar algunos equipo que no me permitieron llevar en cabina, un pequeño imprevisto. Todo lo demás salió muy bien. Nos despedimos de un Buenos Aires lleno de luces en la madrugada para llegar antes del amanecer a Bariloche. 

Llegada a Bariloche

Nuestra primera vista de Bariloche fue una madrugada fría y estrellada con varias nubes que hacían parecer todo un sueño. Desayunamos en el aeropuerto mientras hacíamos tiempo para ir a alojarnos. Esa noche no dormimos. Antes de partir rumbo a nuestro alojamiento disfrutamos del amanecer desde las puertas de entrada del aeropuerto. Fácilmente, se podía distinguir la gente local de los turistas, ya que los visitantes estábamos muy abrigados sufriendo el frío local, mientras que los lugareños estaban en remeras y shorts. El pronóstico para esa semana era frío, y para nosotros, acostumbrados a la humedad y calor de los últimos días del verano de Buenos Aires se sentía mucho. 

Bastante cansados partimos a nuestro alojamiento, que lamentablemente aún no estaba listo. Ese fue nuestro segundo imprevisto. Debimos hacer tiempo hasta el mediodía, junto al clima cambiante del sur que por intervalos lloviznaba. 

Por fin alojados, tomamos unos mates y a las 13 hs., nos reunimos con Jesi, Cami y sus tíos para empezar el recorrido.

Primer parada: Circuito Chico. Nos tomó toda la tarde recorrerlo y parar en cada lugar para ver la locación y analizar la iluminación natural de la zona. La belleza de los paisajes del sur es inigualable, cada sitio es un sueño, en cada punto querés hacer fotos, tratar de elegir se ponía difícil. Pero hacer ese recorrido era necesario para definir los sitios y el orden de la sesión. Había puntos que teníamos en mente, que quedaban muy lejos unos de otros, y otras partes que no conocíamos, que eran aún más hermosos de los que habíamos elegido, así que esta experiencia nos ayudó a seleccionar en cuáles parajes si haríamos fotos y en que orden era mejor. Eso, a su vez, nos ayudó a seleccionar con qué looks empezaríamos, y que cambios usaríamos en cada locación.

En la cena aprovechamos para programar el orden de la sesión, cuál sería la primera locación, qué look utilizaría Cami, a que hora empezaríamos, con cuál seguiríamos, etc.

Volviendo a nuestro alojamiento, prepare los equipos para el día siguiente y por fin nos acostamos para dormir.

Primer día de sesión

Arrancamos temprano. Desayunamos y agarramos los equipos. Era una mañana fría y ventosa, queríamos atrapar el amanecer y hacer unas tomas en un de los lagos. Los papis de Cami nos pasaron a buscar y partimos a nuestra primera locación. Las demoras del tránsito y la distancia desde el alojamiento de ellos del nuestro hizo que el amanecer se nos escapara. No importa, la jornada era larga y aún había mucho por hacer.

Empezamos con el primer look, el viento helado era implacable, los equipos se nos volaban, y Cami se aguantó todo el frío. En cada descanso, una pila de frazadas, bolsa de agua caliente y chocolate caliente para que entrara en calor, cubrían a Cami. Luego de varias tomas, hacíamos otras, luego otro descanso, y luego otras, tomas, un cambio de vestuario, y más tomas, mientras que el viento era incesante. 

Una vez la terminada la primera locación, viajamos a la siguiente. El viento helado en esta zona era muchísimo más intenso, luego de pensarlo, decidimos dejarlo para la tarde, ya que Cami había soportado mucho el frío y no queríamos que se enferme. Volvimos para almorzar y continuaríamos con la sesión después del almuerzo.

Para la segunda parte de la sesión se nos sumaron los tíos de Cami, que para nuestra sorpresa consiguió que nos permitieran ingresar al Hotel Resort Llao Llao para hacer unas cuantas fotos. 

Retomamos desde donde nos quedamos, hicimos las fotos que quedaron pendientes de la mañana, la intensidad del viento frío era menor y el sol radiante ayudo a eso. Y al terminar fuimos directamente al Llao Llao para nuestras fotos soñadas! 

¡Nuestra primera jornada fue agotadora y sorprendente! Ahora nos tocaba cenar, hacer el backup de la sesión del día y descansar para el día siguiente. Nuestra próxima parada seria Villa Traful. 

Segundo día de sesión

Para el segundo día dormimos poco unas 3 hs., el backup tomo mucho tiempo, y la idea para este segundo día era aprovechar el amanecer. Sin embargo, el amanecer se nos seguía escapando, Cami quedo agotada del día anterior, así que alrededor de las 9 hs. nos pasaron a buscar para emprender el viaje a Villa Traful para nuestra sesión del día en una de sus cascadas.

El día se presentaba incierto, el clima no estaba muy inestable y frío, durante la noche anterior llovió así que no sabíamos si podríamos llegar a la cascada. El viaje a Traful fue movido, mucha ruta y mucho ripio. A medida que nos acercábamos a Villa Traful podíamos ver como la nevada empezaba a caer en las cimas de las montañas. Una belleza, pero la inestabilidad del clima fue nuestro tercer imprevisto. A mitad del viaje empezó a llover. La cascada se nos escapó. 

Cansados, con frío y frustrados, empezamos a improvisar camino de regreso a Bariloche. Primero pasaríamos por Villa la Angostura y el parque nacional Arrayanes. De camino nos encontramos con locaciones que jamás habíamos imaginado. La sesión continuó su rumbo. El amanecer y la cascada se nos escaparon, y nosotros evitamos la lluvia y nevada. Los paisajes del sur nos acompañaron y a pesar del frío y el cansancio logramos un book soñado!

Nuestro último día dormimos hasta tarde, nos levantamos, almorzamos y nos fuimos a tomar mates frente al lago Nahuel Huapi. Por la tarde paseamos por el centro cívico y parada obligatoria la calle de los chocolates. Para despedirnos a la noche cenamos en una cervecería artesanal que se encontraba en la misma cuadra donde nos alojamos. Preparamos las maletas y a la mañana siguiente partimos al aeropuerto de Bariloche.


Fue una experiencia asombrosa, divertida, agotadora; los días se nos pasaron volando y cuando nos dimos cuenta ya estábamos de regreso en Buenos Aires. Ahora este próximo sábado es la fiesta de Cami, reviviéremos esa locura del viaje y todos sus recuerdos! Será el broche culminé a tanto esfuerzo de los papis de Cami para cumplir su sueño y que sus 15 años sean únicos e inolvidables.

Yo más que agradecida de haber podido formar parte de este sueño, de haber podido acompañarlos y haber capturado esos momentos para volverlos recuerdos tangibles.

Seguiremos cumpliendo sueños. 

Este sábado nos vemos en la fiesta.